Las disparidades de ingresos y los grupos de edad influyen en la percepción
Curiosamente, los datos de la encuesta mostraron que la percepción de una recesión variaba significativamente según los ingresos y los grupos de edad. Entre las personas de los hogares de ingresos más bajos, que ganan menos de 50.000 dólares al año, el 60% compartía el sentimiento de que la economía está en recesión. Por el contrario, el 61% de los encuestados de hogares de mayores ingresos, que ganan más de 100.000 dólares al año, estuvieron de acuerdo con esta perspectiva.
La generación X, de entre 43 y 58 años, mostró el mayor nivel de preocupación: el 65% de los encuestados en este grupo de edad cree que Estados Unidos está experimentando una recesión. Los Millennials (de 27 a 42 años) les siguieron de cerca con un 60%, mientras que los baby boomers (de 59 a 77 años) y la Generación Z (de 18 a 26 años) registraron porcentajes ligeramente más bajos del 58% y 55% respectivamente.
Estos hallazgos sugieren que el sentimiento económico está influenciado por factores como el estado financiero, la etapa de vida y las experiencias generacionales, lo que destaca la diversidad de perspectivas dentro de la población.
Impacto en la situación financiera
La encuesta también reveló que la percepción de los estadounidenses sobre una recesión se alinea con su situación financiera personal. Una encuesta anterior de Bankrate mostró que el 50% de los encuestados cree que su situación financiera general ha empeorado desde las elecciones presidenciales de 2020, lo que da crédito a las preocupaciones expresadas en la encuesta reciente.
Según los últimos datos, aproximadamente dos tercios de los estadounidenses (66%) atribuyen sus desafíos financieros al entorno económico actual, que abarca factores como una inflación elevada, tasas de interés en aumento y fluctuaciones de ingresos o empleo. Vale la pena señalar que el 85% de quienes perciben que la economía está en recesión comparten este sentimiento negativo.
Cambios en los hábitos financieros
La encuesta también destacó los cambios en los hábitos financieros impulsados por el entorno económico. Más de tres de cada cinco adultos (64%) informaron haber alterado sus comportamientos financieros este año en respuesta a las condiciones prevalecientes, y esta cifra aumentó al 81% entre las personas que creen que la economía está en recesión.
La analista de Bankrate Sarah Foster comentó sobre la encuesta y afirmó: «Los estadounidenses parecen estar evaluando la economía con métricas diferentes a las de los expertos. Mientras que los economistas se centran en disminuciones generalizadas del crecimiento, los hogares priorizan su capacidad para satisfacer necesidades, deseos ocasionales, y perseguir objetivos financieros clave, como ahorrar para emergencias y jubilación.»
Enfatizó además que las experiencias individuales moldean la percepción de los estadounidenses sobre la fortaleza de la economía, a menudo divergiendo de los indicadores nacionales. En otras palabras, las circunstancias financieras personales de las personas pueden proporcionar una evaluación más matizada de la salud de la economía en comparación con mediciones económicas más amplias.