Beneficio para los propietarios de viviendas existentes
Las personas más jóvenes que no han tenido tiempo suficiente para ahorrar dinero o comprar una casa no están experimentando el mismo nivel de crecimiento de su riqueza. Sin embargo, para los propietarios de viviendas existentes, ha sido una ventaja significativa. Los datos de la Reserva Federal del tercer trimestre de 2023 revelan que los estadounidenses de 55 años o más poseen ahora el 72% de la riqueza del país. Dentro de este grupo de edad, los mayores de 70 años poseen el 30% de la riqueza y han sido testigos de la mayor ganancia durante el año pasado: 3,57 billones de dólares.
Por el contrario, las generaciones más jóvenes, incluidas la Generación X, los millennials y la Generación Z, todas menores de 55 años, han experimentado un crecimiento estancado, como lo indican los datos de la Reserva Federal. Aproximadamente el 25% de los hogares entre 40 y 54 años poseen sólo el 20% de la riqueza del país, mientras que los individuos menores de 40 años poseen menos del 7%. Estos dos grupos representan el 53,3% de todos los hogares, pero poseen sólo el 27% de la riqueza del país.
La influencia del mercado de valores y las valoraciones de la vivienda
Según el informe de Willis sobre «Varney & Co.», los estadounidenses mayores se han beneficiado de un mercado de valores fuerte y del aumento del valor de las viviendas en la era post-COVID. Estas personas también han tenido décadas para capitalizar las inversiones en acciones y la propiedad de vivienda.
Estas estadísticas se alinean con una encuesta reciente de FOX, que demuestra que los votantes más jóvenes se inclinan más hacia Donald Trump que hacia el presidente Biden por un margen de 13 puntos, siendo la economía una de sus principales preocupaciones a medida que nos acercamos a 2024.
El manejo de la economía por parte de Biden, junto con factores como las tasas hipotecarias y la menor inflación, pueden estar contribuyendo a un realineamiento político en el que los votantes jóvenes están regresando a Trump debido a la insatisfacción con el estado de la economía. Esta cuestión, combinada con las preocupaciones sobre la inflación, la política exterior y la posible corrupción personal que surja de la investigación de juicio político, plantea un desafío complejo para el presidente Biden.